Soy parte de una nueva raza de conductores argentinos de
automóviles. Luchamos para que se respete la prioridad de paso de los peatones.
Para que nuestra lucha sea efectiva necesitamos la colaboración de quienes cruzan
la calle. No necesariamente de todos, pero al menos una vanguardia
comprometida.
Es preciso que lleguen a la esquina y crucen sin dudar.
Basta de miradas nerviosas para ver si el coche frena o no frena. Basta de
temor ante el bólido que se acerca y no parece tener intención de detenerse.
Coraje, voluntad y ¡a cruzar la calle!.
No les mentiré, no será fácil, algunos morirán…pero habrán colaborado con la
misión histórica de liberar al peatonado argentino.